La teoría del color de Goethe



La teoría de los colores de Goethe, además de ser un exquisito tratado en el que se describe lo indescriptible (la sensación que nos produce algo), nos hace reflexionar que experimentamos el mundo desde un cúmulo de reacciones primitivas que a veces tomamos por sentado. Goethe publicó este tratado sobre la naturaleza, la función y la psicología de los colores en 1810, y aunque fue descartado por gran parte de la comunidad científica, permaneció de gran interés para filósofos, artistas y físicos, incluyendo a Schopenhauer y Wittgenstein.

Uno de los puntos más controversiales de Goethe fue la refutación de las ideas de Newton acerca del espectro de color. Para el alemán la oscuridad es un ingrediente activo en lugar de una mera ausencia de luz. “El color en sí mismo es un grado de la oscuridad”, escribió. Esta aseveración vino a cambiar el mundo a un nivel metafísico y figurativo, indicando que la oscuridad es algo vibrante que existe todo el tiempo y la luz sólo es una manera de poder “verla” en sus distintas manifestaciones de color ante nuestros ojos. Que los colores existan independientes de la luz sugiere que hay un mundo de fenómenos que siempre está latente, lo percibamos o no.

Al igual que describir un sabor, describir la intimidad de un color es uno de los ejercicios más difíciles e interesantes a los que se puede abocar una persona. Y, además de que Goethe logró tocar por momentos el entendimiento de ese esquivo lenguaje del color, sus descripciones son atinadas e inspiradoras.

Amarillo

Este es el color más cercano a la luz. Aparece en la más mínima mitigación de la luz, ya sea por medios semi-transparentes o por el débil reflejo de superficies blancas. En experimentos prismáticos se extiende sola y vasta en el espacio de luz, y mientras los dos polos se mantienen separados el uno del otro, antes de mezclarse con azul y producir verde, se puede ver en su máxima pureza y belleza. […]

En su más alta pureza siempre carga con él la naturaleza del brillo y tiene un carácter sereno, alegre, suavemente excitante.

Rojo-amarillo

El rojo amarillo da una impresión de calidez y gozo, ya que representa el tono del brillo más intenso del fuego.

Amarillo-rojo

Al mirar firmemente una superficie amarillo-roja perfecta, pareciera que el color de hecho penetrara al órgano. Produce una excitación extrema y sigue actuando así cuando se le oscurece un poco. Una tela amarillo-roja perturba y enardece a animales. He conocido hombres con educación para los cuales el efecto de ver a una persona vestida de este color en un día gris, nublado, era intolerable.

Azul

Así como el amarillo siempre va acompañado de luz, lo mismo puede decirse del azul que trae con él un principio de la oscuridad.

Este color tiene un peculiar y casi indescriptible efecto en el ojo. Como tono es poderoso, pero esta en el lado negativo, y en su máxima pureza es algo así como una negación estimulante. Su apariencia, entonces, es una especie de contradicción entre la excitación y el reposo.

Mientras el alto cielo y las lejanas montañas parecen azules, una superficie azul parece retirarse de nosotros.

Pero así como nos dejamos llevar por un objeto amable que vuela de nosotros, así amamos contemplar el azul; no porque avance hacia nosotros, sino porque nos jala a seguirlo. […]

La apariencia de objetos vistos a través de un vidrio azul es sombría y melancólica.

Rojo-azul

El azul entra levemente hacia el rojo y así adquiere un carácter algo activo, aunque se encuentre en su lado pasivo. Su poder excitante es, sin embargo, de un tipo distinto que el del rojo-amarillo. Podría decirse que molesta en lugar de avivar.

Azul-rojo

Este sentimiento inquietante aumenta mientras el tono progresa, y puede asumirse con seguridad que un tapete de un perfecto azul-rojo profundo sería intolerable. EN este sentido, cuando es usado para vestir, en lazos o otros adornos, se emplea en un estado ligero y atenuado, y así proyecta su carácter como lo definimos arriba: de una manera peculiarmente atractiva.

Rojo

El efecto de este color es tan peculiar como su naturaleza. Transmite una impresión de gravedad y dignidad, y al mismo tiempo de gracia y atracción.

Verde

El ojo experimenta una distintiva impresión de gratitud de este color. […] El observador no tiene ni el deseo ni el poder de imaginar un estado más allá de él".


Un apunte sobre poesía moderna



La poesía ha recorrido un largo camino, aunque muy lentamente;
no eres tan viejo como yo
y recuerdo haber leído
revistas en las que al final de un poema
ponían:
París, 1928.
por lo visto, eso cambiaba la
cosa, de manera que quienes podían permitírselo
(y algunos que no podían)
se iban a
PARÍS
y escribían.

también soy lo bastante viejo como para recordar cuando los poemas
hacían referencias a los dioses
griegos y romanos.
si no eras ducho en dioses no eras muy buen
escritor.
además, si no eras capaz de collar un verso en
español, francés o
italiano,
con toda certeza no eras un escritor
muy bueno.

hace 5 o 6 décadas,
tal vez 7,
algunos poetas empezaron a usar
“yo” en vez de “Yo”
o
“&” en vez de “y”.
muchos siguen usando el “yo”
con minúscula y muchos más siguen usando el
“&”
convencidos de que resulta
poéticamente muy efectivo y
moderno.

asimismo, la noción más antigua aún en boga en
que si no puedes entender un poema entonces
casi con toda certeza es
bueno.

la poesía sigue avanzando lentamente, supongo,
y cuando un mecánico de coches cualquiera
empiece a llevar libros de poesía para leer
a la hora del almuerzo
entonces sabremos que estamos avanzando en
la dirección
adecuada.

&
de eso
yo
estoy seguro.

Charles Bukowski, Un apunte sobre poesía moderna.


Evocando el espíritu del Mediterráneo



Las legendarias aguas mediterráneas, que han bañado civilizaciones históricas, inspiraron una cultura y un sonido que surge de los sentimientos y que sobre todo nos permite viajar hacia nuestras almas.

Un baño de luz, sol, aguas cristalinas, aromas sutiles y sonidos penetrantes... El espíritu del Mar Mediterráneo se cuela no solo por la retina si no que directamente abarca sinestésicamente todos nuestros sentidos mientras nos susurra "Conócete a ti mismo", el legendario aforismo inscrito en el templo de Apolo en Delfos.

Entre la sensualidad, el misticismo y la grandeza de lo pagano, el mediterráneo, desde mi punto de vista es como un viaje de descubrimiento propio, partiendo de que conocemos quienes somos, qué fuerza tenemos, cual es el espíritu de sacrificio que poseemos y qué límites podemos tener.

Es como si desde tiempos inmemoriales, de Aquiles hasta Ulises, todo el inmenso panteón de dioses, semi dioses, héroes y filósofos, se hubiesen puesto de acuerdo en que el rumor de las olas mediterráneas susurrase eternamente para los mortales una sola frase: Si quieres hacer una cosa, hazla!.





Tras viajar y conocer algunas de las diferentes culturas musicales que habitan las orillas del Mediterráneo, me sumerjo ahora en un mundo de sonidos diferentes y hermanados a la vez, ramas de un mismo árbol. A veces en forma de canción, otras en forma de instrumento de raíz y otras simplemente como inspiración, este mar y sus voces son el hilo conductor de este disco dedicado a las mujeres, y en especial a las que por alguna razón se les prohíbe cantar”. Así define Javier Limón al que ya ha sido calificado como su proyecto más ambicioso, Mujeres de Agua, editado en septiembre de 2010. Doce voces femeninas se unen en este disco dedicado a las cantantes iraníes perseguidas y silenciadas: Aynur Dogan, La Susi, Estrella Morente, Mariza, Carmen Linares, Buika, Montse Cortés, Sandra Carrasco, La Shica, Yasmin Levy, Elefthería Arvanitáki y Genara Cortés. Y podemos escuchar su canto desde Madrid, Lisboa, Atenas, Estambul, París y Tel Aviv. Mujeres mediterráneas que miran a Oriente emanando fortaleza y melancolía mientras les cantan a las otras, a las amordazadas.

Las diferentes culturas musicales a orillas del Mediterráneo y las voces de sus mujeres son el hilo conductor de este proyecto. Un disco donde conviven fados, coplas por bulerías, soniquetes del Kurdistán, pasodobles turcos o cante tradicional griego, con composiciones propias de Javier Limón acompañadas por músicos de Túnez (Dhafer Youssef), Turquía (Hüsnu Senlendirici, de Taskim Trio) y Líbano.

Las mujeres en Irán tienen prohibido cantar en público, y Javier Limón quiere ayudar a que alcen su voz para que el mundo las pueda escuchar a través de la música. Por el momento ya ha publicado un disco con algunas de las mejores voces de la canción como Buika, La Shica o Estrella Morente dentro del disco "Mujeres de agua". Pero el músico y productor no quiere detenerse ahí, y ahora quiere que seas tú quién alces tu voz para apoyar la causa por la mujeres iraníes.

Javier Limón no sólo ha logrado juntar a algunas de las mejores voces femeninas del momento, sino que ha conseguido que den lo mejor de sí mismas en un disco genial. El flamenco al más alto nivel. Un homenaje a todas las mujeres que son silenciadas por uno u otro motivo en un disco que es una auténtica joya. Una reunión imposible que rebosa calidad en todas y cada una de las canciones.









Sinceramente hipocrita



Si cuando lea esto es martes o lunes y se encuentra usted deprimido/a, sea usted hipócrita consigo mismo y viva su martes como si fuera viernes. Para ello levántese animado y con energía, y aunque el día sea un día de mierda, aunque haga frío y sople el viento, abra la persiana de su habitación y piense, con una sonrisa de par en par, que hace un día precioso.

Salga del portal y pronúncieles las palabras buenos y días, en ese orden, a las personas que esperan impacientes en la parada del autobús, debe hacerlo en un tono cordial y debe nacer desde lo más profundo de su sinceridad.

En caso de que no tenga usted sinceridad, esté ocupada o la haya utilizado toda en otros menesteres, utilice su hipocresía, pero de una manera sincera, es decir, que se note claramente que expresa los buenos días de una manera claramente hipócrita.

Si en el autobús le empujan o le pisan, sonría con sincera hipocresía, si en el trabajo un cliente le da la bronca por teléfono, sonría a través del teléfono con sincera hipocresía, si su jefe le entrega un marrón de última hora, acuérdese de sus muertos, pero siempre sonriendo con sincera hipocresía, no olvide que es viernes aunque sea martes o lunes y que muy pronto tendrá ante usted un maravilloso fin de semana.

Tenga usted en cuenta, no se lleve a equívocos, que incluso la hipocresía debe ser sincera, es decir, si empleáramos una hipocresía hipócrita estaríamos siendo sinceros, lo que en principio nos separaría de nuestro objetivo inicial de ser hipócritas.

No ocurre lo mismo si empleamos una sinceridad sincera, el efecto es el contrario y amplificador de la sinceridad. En el caso de que mezcláramos ambas podría parecer que todo se volviera terriblemente contradictorio pero verá como el resultado es más sencillo de lo que piensa, porque, qué decir de una sinceridad hipócrita o de una hipocresía sincera mas que ambas se reducen a la hipocresía en sí misma.

Observe además como estaríamos demostrando una de las reglas básicas de las matemáticas del engaño, exactamente esa que reza, que el orden de los engaños no altera a la mentira.

Así que, si usted leyó esto un martes, o un lunes, decirle sólo, con sincera sinceridad, que lo escribí un viernes de invierno en el que no hacía ni pizca de viento y en el que lucía un sol precioso, y que ante mi se extendía un maravilloso fin de semana, y decirle para terminar que si, que mi sonrisa del autobús, era sinceramente sincera.



Breve historia de la hipocresía:

¿Qué es la Hipocresía? ¿Cómo podemos definir las particularidades que conforman a un hipócrita?

Podríamos empezar diciendo que la noción general de Hipocresía afirma que ésta es la actitud, sostenida o de corto alcance, de fingir algo en lo que no se cree realmente.

En estos fingimientos podemos englobar creencias, sentimientos, emociones, cualidades, y casi cualquier cosa que sea relativamente intangible. ¿Cuál es el sentido de esta representación? En general, la Hipocresía opera como una especie de pantalla que protege la reputación y la integridad emocional del sujeto; cuestiones que no siempre son claramente saludables por sí mismas.




Vayamos a un ejemplo.

X. se encuentra con D. F. y Z.
D. F. y Z. opinan que el pop es una mierda.
X. adora el pop, pero apoya esas opiniones en orden de mantener su posición en el grupo.

El hipócrita finge sentimientos o actitudes en los que no cree realmente o que bien no siente en absoluto; de modo que la Hipocresía no está en sus ideas, sino en la fatuidad entre lo que se piensa y lo que se hace.

El hipócrita arma un personaje, construye una apariencia, y busca que se lo juzgue únicamente a través de esos atributos. En casi todas las lenguas el hipócrita es alguien que esconde su verdadera personalidad. Pero esto no siempre fue así.


La palabra hipocresía proviene del latín hypocrisis, y esta de griego hypokrisis (ὑπόκρισις), literalmente "actuar una respuesta". Pero si retrocedemos aún más en el tiempo descubrimos que la palabra griega hypo también significa "máscara", y crytes, "respuesta"; por lo que antiguamente el término significaba "responder con máscaras". Una representación magistral de la Hipocresía.

Ahora bien, los griegos no consideraban a la Hipocresía del mismo modo que nosotros, es decir, no estaba asociada estrictamente a los Hipócritas. Curioso, pero cierto. La palabra Hipócrita está relacionada con el verbo hypokrinomai (υποκρίνομαι), literalmente, "tomo parte"; y esta de la palabra kritiki, "críticar o juzgar"; presumiblemente asociada a la interpretación de una idea o de un texto.

Los griegos pensaban en la Hipocresía como un acto complejo que consta de dos partes simples: simulación y disimulación. El primero consiste en simular que se piensa algo, y el segundo en disimular lo que no se quiere manifestar. Curiosamente, esta noción nos engloba a todos. Según estos parámetros, por cierto, paradójicos, la Hipocresía es una cualidad innata de la inteligencia humana.

Haremos bien en señalar las hipocresías groseras, pero conviene ser prudentes con las que no lo son. En especial porque todos somos Hipócritas. Esto no una observación, sino un hecho de la mente; una variable de la mecánica del razonamiento, conocido como error de atribución.

Podemos advertir el error de atribución cuando alguien tiende a explicar sus acciones, buenas o malas, como un sub-producto del ambiente que lo rodea, pero que al mismo tiempo le atribuye a las acciones de terceros una naturaleza innata.

Este error cognitivo, que no siempre es inconsciente, nos lleva a establecer imperfecciones en los demás que no llegamos a advertir en nosotros mismos. Una especie de autoengaño deliberado, por el cual encontramos incontables excusas para justificarnos mientras que nos mostramos ética y moralmente implacables con los demás.

En lo personal, la Hipocresía sistemática es algo que no me sorprende realmente. Lo único que me atrevería a condenar es aquella tendencia de los hipócritas a calificar de hipocresía cualquier argumento que busquen desestimar rápidamente; sin ponerse a pensar en la contradicción suprema que ello conlleva.

En definitiva, el problema no está en la Hipocresía, sino en la poca elegancia de los hipócritas.



Dos libros para una hecatombe

Atlas era un joven titán al que, según la mitología griega, Zeus condenó a cargar sobre sus hombros con los pilares que mantenían la Tierra.

"Si nos fuese dado imaginar una hecatombe en la que toda nuestra civilización colapsase, y tuviese que salvar dos libros para restituir aquellos mundos perdidos, no dudaría un momento en llevarme bajo el brazo la Odisea y el Quijote. Dos voluntades poderosas ante las cuales ninguna dificultad podría resistirse para construir mundos nuevos" 
Dostoviesky


Problema

Les Amants au ciel rouge - Marc Chagall (1950)


Problema.

Calcular:
(Dado el producto de la multiplicación de las caricias,
el número de golpes de ala por segundo con que la pasión compensa el peso de los cuerpos,
la velocidad adquirida al pensarnos,
la resistencia del aire a todas nuestras iniciativas voladoras,
el intervalo admisible entre la temperatura máxima y la temperatura mínima del deseo,
las intermitencias con que fabricamos nuestra continuidad,
el margen de error tolerable para un ingreso simultáneo en el olvido que sabes,
las probabilidades de reincidir por falta de recuerdo,
la mayor o menor necesidad de un postre metafísico al banquete carnívoro,
el porcentaje de limaduras virutas rebabas que pueden ser recicladas in situ,
y la fuerza de gravedad de toda alegría
y la trayectoria asíntota al más estrellado techo)
La condición necesaria y suficiente de este amor.

Ulalume González de León (1932 - 2009)


Que sucede cuando desconectamos?



Cuenta una leyenda que los niños jugaban en las calles, en las plazas y hacían de todo una fiesta...

Cuenta una leyenda que jugaban con maderitas, piedras y botones...

Que se subían a los árboles para comer la fruta más madura y que se bañaban en el agua limpia de los arroyos...

Algunos sabemos que las leyendas son ciertas..




Templo portátil



Si quieres hacer tuya cualquier esquina
acerca a la ventana más próxima un asiento
para detener el desorden de las horas.

Si ya escogiste ese preciso lugar de la casa
donde habitas, entonces enciende una vieja lámpara
que ilumine el perímetro de tu nuevo territorio.

De esa manera no será necesario que disimules
tu condición errante cambiando los muebles de sitio
o llenando las mesas con fotos familiares.

Pronto descubrirás la necesidad de estar allí,
inmóvil, rodeado de fugacidad y permanencia
en tu península con su faro solitario.

Sea cual sea el lugar donde te encuentres
sabrás que cada noche tienes una cita
en ese reducido espacio que amplía sus fronteras.

No habrá palacio que lo iguale
ni monumento de mármol que lo imite:
este será tu palacio y tu monumento.

Pasarás las semanas sucesivas sabiendo
que ya cuentas para el resto de tu vida
con un lugar que solo a tí te pertenece.

Basta elegir una esquina cualquiera, una mínima
ventana, un asiento y una vieja lámpara
para que viajes por el mundo y puedas repetir

Ramón Cote Baraibar


Lorca, siempre Lorca...


Quiero llorar porque me da la gana,
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un poeta, ni un hombre, ni una hoja,
pero si un pulso herido que ronda las cosas del otro lado.


Poema doble del lago Edem . Federico García Lorca
Granada, 5 de junio de 1898 – entre Víznar y Alfacar Granada, 18 de agosto de 1936)

Cuando sabes quien eres



Cuando sabes quién eres,
cuando tu misión es clara y
arde con el fuego interno
de la voluntad inquebrantable,
ningún frío puede tocar tu Corazón,
ningún diluvio puede amortiguar su afecto.

Tú sabes que estás vivo.

Arapaho
Jakurri

Los espejos de Borges


Yo que sentí el horror de los espejos 
no sólo ante el cristal impenetrable 
donde acaba y empieza, inhabitable, 
un imposible espacio de reflejos 

sino ante el agua especular que imita 
el otro azul en su profundo cielo 
que a veces raya el ilusorio vuelo 
del ave inversa o que un temblor agita 

Y ante la superficie silenciosa 
del ébano sutil cuya tersura 
repite como un sueño la blancura 
de un vago mármol o una vaga rosa, 

Hoy, al cabo de tantos y perplejos 
años de errar bajo la varia luna, 
me pregunto qué azar de la fortuna 
hizo que yo temiera los espejos. 

Espejos de metal, enmascarado 
espejo de caoba que en la bruma 
de su rojo crepúsculo disfuma 
ese rostro que mira y es mirado, 

Infinitos los veo, elementales 
ejecutores de un antiguo pacto, 
multiplicar el mundo como el acto 
generativo, insomnes y fatales. 

Prolonga este vano mundo incierto 
en su vertiginosa telaraña; 
a veces en la tarde los empaña 
el Hálito de un hombre que no ha muerto. 

Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro 
paredes de la alcoba hay un espejo, 
ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo 
que arma en el alba un sigiloso teatro. 

Todo acontece y nada se recuerda 
en esos gabinetes cristalinos 
donde, como fantásticos rabinos, 
leemos los libros de derecha a izquierda. 

Claudio, rey de una tarde, rey soñado, 
no sintió que era un sueño hasta aquel día 
en que un actor mimó su felonía 
con arte silencioso, en un tablado. 

Que haya sueños es raro, que haya espejos, 
que el usual y gastado repertorio 
de cada día incluya el ilusorio 
orbe profundo que urden los reflejos. 

Dios (he dado en pensar) pone un empeño 
en toda esa inasible arquitectura 
que edifica la luz con la tersura 
del cristal y la sombra con el sueño. 

Dios ha creado las noches que se arman 
de sueños y las formas del espejo 
para que el hombre sienta que es reflejo 
y vanidad. Por eso no alarman.

Borges.